XEBH

     En 1935 la novedad en Hermosillo era ir con toda la familia, la novia, los amigos o sólo, a la radiodifusora XEBH, pues el espectáculo que se presentaba en una construcción tipo cabaña, hecha de troncos rústicos, era algo nunca visto por estos rumbos.

     Desde el mes de octubre de 1935, se empezó el periodo de pruebas que exige la SCT y para cumplir con este requisito XEBH, lanzaba al aire la canción "Farolito" de Agustín Lara, pues era el único disco con el que contaban los entusiasmas impulsores de uno de los inventos más grandes de nuestro siglo, Don Luis Hoeffer, Don Carlos Balderrama y Don Remigio Agraz.

     En aquellos años, la calle Revolución se terminaba en lo que hoy es el Boulevard Luis Encinas o Transversal, y de ahí para el norte todo era monte, con casas dispersas, la calle Veracruz era sólo una vereda, y faltaba mucho para que llegara a ser la importante rúa que es actualmente, y fue en la esquina suroeste, que estaba instalada la cabaña y en la que estaban las instalaciones de la primera radio que hubo en Hermosillo, y que el 20 de noviembre de 1935, a las 12 del día con el discurso de inauguración del entonces Gobernador del Estado Román Ramos, inició sus servicios y contribución al progreso de nuestra ciudad y del Estado.

     El generador e impulsor de la idea, fue el señor Luis Hoeffer Fierro, quien compartía su afición por la radiocomunicación con Don Carlos Balderrama, y don Francisco Vidal, a los que se les unió el señor Remigio Agraz, quien llegó a Hermosillo como responsable técnico del sistema de comuncación de CMA.

     Don Luis Hoeffer, se puso en contacto con el ingeniero Ed. Gilbert de Los Angeles, quien consiguió el transmisor de 500 watss con el que empezó a funcionar XEBH.

     Por lo que pudiera creerse, las siglas BH, no significan Balderrama-Hoeffer, sino que como coincidencia, después de las obligadas siglas de identificación que corresponden a México de acuerdo a los tratados internacionales y que son XE, para cualquier radio. Cuando se otorgó la concesión solicitada, ya se habían cubierto las letras del alfabeto correspondientes a XEA, hasta llegar a XEZ, y después pasar a XEAA, y aquí está pues la coincidencia, que las iniciales correspondieran a los apellidos de los fundadores.

     El primer locutor que trabajó en la estación fue Antonio Baltazar Montero a quien apodaban "Rasputín" y dicen quienes lo conocieron que cuando estaba en cabina se vestía estrafalariamente, usaba un atomizador con el que, abriendo la boca, se rociaba la garganta, antes de hablar ante el micrófono, y que le gustaba trabajar a media luz, todo esto hacía que asombrara a quienes se acercaban al vidrio para verlo.

     En el año en que se inició la BH, Hermosillo todavía correspondía al verso aquel de "Pueblito sencillo", y el tener un aparato de radio era un lujo, por lo que muy pocas familias podían presumir de que escuchaban la música y los programas que se captaban en nuestra ciudad; sin embargo, la BH tuvo inmediata aceptación, lo que motivó que una tienda que estaba en la esquina de Serdán y Garmedia, propiedad de Don Julián García, hiciera muy buen negocio con la venta de aparatos.

     Otra de las demostraciones del éxito de la empresa, fue el de que pronto se acercaron aquellos que tenían inquietudes artísticas, por lo que empezaron a surgir programas, todos en vivo, pues no se conocían las grabadoras, y muchos son los nombres de cantantes, de adeveras, como dirían los pristas, que formaron los elencos de programas musicales, y otro tipo de emisiones como las de radioteatro.

     No pasó mucho tiempo para que apareciera el aspecto comercial, que era uno de los objetivos de la creación de la empresa, y así el primer anunciante fue la peluquería Delfino C. Espinoza, al que le siguieron "La Explotadora" de Don Carlos V. Escalante, "Las Palmeras", de don Joaquín Lostaunau, que en ese tiempo estaba en la esquina de las Calles Doctor Noriega y Garmendia y el restaurante "Chapultepec" del coreano Pedro Park, que tan buenos recuerdos dejó en su trayectoria como restaurantero, la que terminó en el "Café Reforma".

     El primer pianista que acompañó a los cantantes que se presentaron en la BH, fue el profesor Armando Portugal, y otros que hicieron historia fueron "El Chacal" Estrada y el profesor José Sosa Chávez.

     Pero no sólo se cubrió el aspecto artístico pues se empezaron a hacer programas culturales, deportivos, sociales, noticiosos y se transmitían todos aquellos detalles que fueran importantes para el auditorio.

     El auge en las actividades de la estación hizo que las instalaciones de la Veracruz y Revolución resultaran insuficientes, por lo que fue necesario cambiarlas y se pasó el transmisor y la antena al cerrito de la cruz, al final de la calle Jalisco, acondicionándose la subida por lo que hoy es la Cañada de los Negros y las oficinas, cabina de los locutores y el teatro estudio a la calle Pino Suárez, donde actualmente está la "Casa Espinoza".

     De aquí se pasaron a la esquina de las calles Serdán y Rosales, en parte de lo que quedaba del antiguo hotel Arcadia, hoy Hotel San Alberto. Cuando se amplió la calle Rosales se tiraron estas construcciones, por lo que cambiaron a la calle Serdán donde actualmente está Bicipartes del Pacífico. Y por fin a principios de los años 50, cuando se contruyó en Hotel San Alberto, se adaptaron las oficinas, cabina de locutores, cuarto de grabaciones, discoteca, y dos teatros estudio. El acondicionamiento fue de acuerdo a la idea tomada de las instalaciones de radios de Nueva York.

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(Escuela Cima)